Cuando esperamos la rentabilidad de una inversión es importante definirle un objetivo financiero, así las expectativas del retorno son más claras. Por ejemplo, una inversión con rentabilidad para la jubilación, la compra de vivienda o la educación de nuestros hijos.

El tiempo que definamos para mantener las inversiones está directamente relacionado a las expectativas de rentabilidad esperadas. A largo plazo podemos considerar inversiones con potencial de retorno alto, mientras que inversiones de corto plazo podrían tener un menor retorno a cambio de una menor expectativa de pérdidas.

No, los resultados pasados no garantizan los resultados futuros. Pero es importante conocer el comportamiento histórico de la rentabilidad de la inversión que pensemos hacer, esto ofrece información valiosa.

Sí y de manera directa. Siempre es importante que las expectativas de rentabilidad tengan en cuenta la inflación, dado que el dinero debe crecer a un ritmo que supere la inflación para que mantengamos el poder adquisitivo.

Cada tipo de inversión puede ofrecer importantes retornos; sin embargo, es necesario tener en cuenta variables como el activo en el que se va a invertir, el riesgo, el plazo de la inversión, el escenario económico del país, etc. Por eso es importante, tener la asesoría de un profesional certificado cuando tengamos inquietudes o necesitemos orientación sobre cómo invertir.

No, funciona de forma inversa, los niveles de riesgo en las inversiones determinan los resultados de retorno, por lo general las inversiones de mayor exposición generan mejores retornos en el largo plazo.